El jabón de neem es indispensable en cualquier tratamiento de enfermedades de la piel, ya que tiene propiedades antisépticas y desinfectantes. Ayuda a todo tipo de piel, ya esté sana, sea sensible, sufra psoriasis, tiña, granos, prurito, manchas, espinillas, o envejecimiento. Además de prevenir infecciones. El jabón de neem tiene propiedades antisépticas, fungicidas y cicatrizantes, por lo que ayuda a raspones o cortaduras, además de dejar la piel sana y fresca. Incluso si tiene problemas muy fuertes de acné, el jabón de neem puede ser la mejor solución a este problema.
BENEFICIOS
Limpia y nutre la piel.
Humectante y suave para piel delicada.
En pieles secas ayuda a conservar la hidratación de la piel.
Para las pieles grasas y con problemas de acné, el jabón de neem controla la producción de sebo y de espinillas.
Elimina marcas y manchas en la piel producidas por el acné.
Contiene vitamina C, esto hace que rejuvenezca la piel y elimine pigmentaciones y el envejecimiento.
Es rico en antioxidantes que aplicados a tu piel pueden protegerte de los daños medioambientales.
Este aceite es rico en caroteinoides que evitan que los radicales libres dañen la piel. Reduce el enrojecimiento y la inflamación causada por el acné y los granos, ya que erradica la bacteria y
sus ácidos grasos concentrados previenen las cicatrices al tiempo que se deshace de las impurezas de la piel.
Antibacterial y antiinflamatorio, trata el acné y alivia irritaciones en la piel.
Antimicótico, previene ataques de hongos en la piel.
Ataca las infecciones por hongos como la leña, pie de atleta y hongos de las uñas, reparando cualquier sequedad prolongada en la piel.
Indicado en pieles con problemas de psoriasis, dermatitis y eccemas.
FORMA DE USO
Humedecer la piel, masajear con la espuma del jabón, enjuagar con agua.
PRECAUCIONES
En caso de reacciones adversas suspender su uso.
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